Cuando nuestros baños nos empiezan a cansar y a aburrir, lo más sencillo que podemos hacer, sin meternos en una reforma integra ni obras, es darle un cambio y actualizarlo con pintura y sí queremos también, una renovación de muebles y accesorios.
Pero claro, una vez vamos a dar el paso, nos surgen las dudas. Esto no es una tarea complicada, pero debemos tener una serie de cosas en cuenta. Te las contamos todas aquí.
¿Qué tipo de pintura tengo que usar?
La pregunta del millón y la que marca el punto de partida. La pintura que escojamos, a parte de que nos guste el color, tiene que cumplir primero con unas características base: debe ser resistente a la humedad, al vapor, a los cambios de temperatura, debe ser lavable, con esmalte sintético
Además, si tienes azulejos, límpialos con jabón antes de ponerte a pintarlos. Y si decides mantenerlos, existen pinturas especiales para la renovación de estos, los esmaltes multisuperficie satinados.
¿Qué colores elijo?
La elección del color de la pintura siempre dependerá de tres puntos clave: dimensión, iluminación natural e iluminación artificial. Pero una apuesta segura y que siempre va a quedar bien, son los tonos claros o neutros.
Siempre apostamos por esta gama de colores debido a que nunca fallan. Si que es cierto que un tono oscuro hará que tu baño sea más sofisticado, pero a la hora de la limpieza, será tu peor enemigo.
Veamos algunos tonos más y sus ventajas tanto para baños grandes como pequeños:
Los tonos grises son un comodín, no queda un baño recargado y queda muy bien para combinar con otros elementos decorativos y dar ese toque de equilibrio.
Los tonos blancos fríos hacen que tu baño sea mucho más luminoso. Combinándolo con materiales de madera, estos aportarán un contraste de calidez y armonía a todo el entorno.
Los tonos rosados y beige por su poca saturación generan un ambiente muy acogedor. Son colores que tienen matices cálidos envolventes y muy sutiles, lo que hará que no nos aborrezcan con el paso del tiempo.
Paso a paso
Una vez hemos tratado los dos puntos más importantes, toca hacer un pequeño listado del paso a paso que debemos de seguir.
- Protégete a ti mismo con el material necesario
- Protege todos aquellos accesorios que no hayas podido quitar y el suelo
- Pinta primero el techo, seguido las paredes
- Deja que pasen 24 horas entre cada capa
- Limpia con productos que no sean nocivos
Una vez acabado este proceso, es momento de que vuelvas a decorarlo y le saques el mayor partido a ese pequeño o gran espacio de cuidado personal, así que no dudes en seguir estos consejos.
En KOZO Arquitectura estaremos encantadas de ayudarte en todo lo que quieras y echarte esa mano que a veces se necesita. ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotras!
